Cuando Ciudad Real ya se ha hecho eco de la grata noticia, sólo me queda mostrar públicamente mi satisfacción y desmesurada alegría. El Miura ha salido de los toriles unos cuantos años después, ahora solo queda "citar, parar, templar y mandar". Algo difícil, espero que se consiga y así puedan cortarse los máximos trofeos, salir por la puerta "grande" de la coqueta Ermita de los Remedios, y pasearlos por la Ciudad Real Cofrade. Anhelos de amor, y sentir costalero. ¡Qué alegría!
Ahora que ya está citado, hay que pararlo y templarlo...
Unos hacia delante, y otros hacia detrás.
1 comentario:
Acabo de ver la entrada, muchísimas gracias Ernesto, porque en esto tambien hay parte del trabajo que iniciasteis tu padre y tú!!!
un abrazo
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