... siempre sale el sol. Por mucho que llueva, a mi no me da igual, y nunca me dará igual. Necesito estar a tu vera. Por mucho que llueva, siempre habrá un paraguas en el que cobijarme. Y si no, mil perdones, pero me quitaré mi chaqueta para cubrirte, para que nunca te llegue a salpicar ni una gota. Mil perdones por cosas que no hayan sido de tu agrado. Quiero ser tu paraguas, por mucho que llueva.
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