El 29 de mayo de 2008 Jesús Rodríguez fue homenajeado en la plaza de toros de Las Ventas. El reconocimiento fue absoluto y asistieron el evento los grandes de la tauromaquia: El Viti, Palomo Linares, Paco Camino, Andrés Vázquez…. A ellos y a muchos más, yo diría que casi a todos, les fotografió en las plazas de toros y les siguió durante años.
Larga Cambiada, se siente hoy tocada por el dolor de la pérdida de un amigo. Son estas unas palabras de sentimiento, puntadas para una costura que no cerrará el desgarro producido por su fallecimiento.
Hace una semana los fotógrafos taurinos de Las Ventas nos reunimos para hablar de nuestras cosas y le echamos de menos. Preparamos una exposición para el año próximo y hablamos de él, de la necesidad de sus imágenes para prestigiar nuestro trabajo.
Otro golpe de la vida. Jesús era crítico, escéptico, mordaz. Tenía una sonrisa pícara. En los últimos meses insistió en que la tauromaquia había perdido el encanto. Había decidido hacer fotografías solo cuando merecía la pena, en una especie de protesta contra la mediocridad.
Esta mañana, 8 de diciembre, ha hecho su última fotografía y se ha retirado a descansar. Cierto día comenzó a llamarme “insigne” cada vez que nos encontrábamos en el callejón de la Monumental. Yo me sentía orgulloso, porque viniendo de Jesús el calificativo era un honor.
Querido Jesús: En nombre de los fotógrafos taurinos, en nombre de los aficionados, en nombre de todos mis amigos te hago la última reverencia.
¡Descansa en paz!
No hay comentarios:
Publicar un comentario