lunes, 26 de septiembre de 2011

SIEMPRE Y HASTA AQUÍ

Siempre hay un momento en la vida en el que tienes que decir "Hasta aquí". Y hasta aquí hemos llegado. No vale mirar atrás, porque si lo hago, está claro que no me paro aquí. Seguiría, como ayer, pensando en el sexo de los ángeles y en el porqué de los desmanes de individuos sin alma. No tengo yo ese mal dentro de mí. Cansado ya de oir que la gente va a su bola, y hay gente muy mala que, para buscar su bien, tienen que pisotear a un amigo (que lo era). No soy capaz de concebir tanta maldad en alguien, ni compañeros de trabajo, ni amigos de la infancia, ni amigos de distintos ambientes. Quizá no conciba esto porque me creo que los conozco lo suficiente como para poder poner la mano en el fuego, y a lo peor, me acabó quemando.

Siempre defendí la integridad, la lealtad, la buena fé, creo que son pilares de la amistad. Sin estas tres sinceras cualidades una amistad puede llegar a convertirse en un matrimonio de conveniencia. ¿Por qué un compañero te iba a intentar pisotear para el intentar asegurar su puesto de trabajo? Tengo la teoría particular de que el poderoso caballero don dinero es el causante de casi todos los males. Para mostrar las grandes cualidades que se pueden poseer no hay que soterrar las de los rivales que, en el caso del trabajo, casi siempre son amigos. Podemos llegar a la conclusión de que nuestra sociedad está falta de valores, si no los ha perdido en su totalidad. Hoy en día importa más un RT, que un guiño de complicidad chateando (acto de tomar chatos de vino) en un bar.

Siempre defenderé los pilares de una buena amistad. Siempre seré así, no pretendas que cambie. Soy un desprendío, antes vosotros que yo. Prefiero vuestra felicidad a la mía. Me hace feliz que seáis felices. Quizá le haga un guiño a la soledad durante este tiempo, y seguramente ella, me devuelva más cariño del que vosotros habéis querido brindarme estos últimos meses. Será ella, soledad, la testigo de mis castigos y glorias. Enfríar mis viscerales reacciones, mis apasionadas palabras, mis francas contestaciones, puede que me venga bien.

Comenzaré una austera época de restricción y recogimiento. Me buscaré y seguro que no me encuentro, como no me he encontrado en los años de vida que llevo. Me declaro un ser bastante complejo, casi más que una mujer. Peculiar cuanto menos, difícil de llevar. Aunque, cuando encajo con alguien, ese alguien es para toda la vida, o eso creía hasta aquí. Puede que estos meses disipen mis dudas para bien o para mal (Villanueva Tra Ka Trá). Lo que está claro es que, dejando aparte resultados, es algo que necesito ahora mismo. Ya que no me puedo apoyar en nadie, como yo deseo hacerlo, sera la tediosa aunque complaciente soledad la que se resguarde en mí.

Hay muchas razones por las que puede que mi felicidad haya quedado mustía. La más notable es que este año me han robado el mes de abril. Mi pasión más enfermiza está incompleta. He sufrido sin sufrir, y he resucitado sin resucitar, es algo raro. Ausente de los días de felicidad que permitan desconectar y compartir risas con los tuyos. Y es que, la felicidad, si no es compartida, no es feliz. Me he prometido que el año que viene no me puede faltar ese viaje.

Hoy, una parte de mi corazón está marchita. El agua cristalina que corre por mis mejillas es el mejor antídoto para que, la parte para compartir de mi corazón no se necrose. Mientras tanto me buscaré, no me encontraré, pero hallaré la paz interior que anhelo. Hoy, comienza una nueva vida... por, espero, no mucho tiempo.

JUST DO IT.

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