Hay muchas veces que lo que queremos expresar no sabemos como hacerlo, otras tantas que sabemos como, pero no cuando, o ni tan siquiera el qué. Lo difícil no es hablar bien, si no comunicarse bien. Si el fondo no es adecuado, las formas a lo mejor si, o quizá tampoco... es tan difícil la perfección sintáctica, semántica, gramática, fonética. Si el fondo es bueno, tan sólo nos tendremos que preocupar de las palabras con que transmitirlo. Lo importante es el fondo, lo demás ya lo percibimos con los sentidos. El fondo sólo lo conoce el emisor, y nos llegará cuando las formas sean las correctas. Si perdemos las formas, no nos adentraremos en el fondo. Complejo mundo este de la comunicación.
Preocupémonos de tener un buen fondo, y luego lo aderezamos con buenas formas. Tan sólo el poder de las palabras puede mover y cambiar el mundo, ¿te apuntas?
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