martes, 3 de enero de 2012

SUEÑA LA NOCHE CON SER DÍA...

...y a su paso va descontando minutos a tu segundero, y horas a tu minutero. Sueña la noche con ser día, con vislumbrar el alba y acariciar la aurora de tu sentir. Sueña la noche con ser día, pero yo no quiero que llegue el día.

No hay mejor melodía que el silencio. Detengamos el tiempo. Observemos nuestro alrededor. Quedémonos aquí, junto a Ella, con los pájaros cantando canciones de cuna a sus crías, con los arrumacos con sabor a madera, con el beso de la trabajadera, y el crujido del noble material sobre la cuna de tus hijos.  

Si el arte tiene nombre, va a unido a ti,
porque tu eres la bandera del amor y la ternura
en el mástil de esa tierra, rincón de sabor y ventura. 

Por eso, no hay mejor lugar que la plaza de un Museo que, si antes, ya era coqueto, ahora, va a ser nuestro peor guardado secreto. Soñó la noche con ser día, soñó con parar el tiempo con el alba a ritmo de vértigo. Soñó, tan sólo soñó. Yo lo paré. Cinco sentidos, cinco. La vista era inigualable, una cofradía clásica, con un andar de caché, recreándose en la suerte; venía aderezada con un aroma ácido de un incienso que, se adivinaba al trasluz de la cera que, ponía el calor a una fresca noche de otoño; el tacto de tu piel, almohada de mis sueños más viejos, y más recientes; el sabor de tus labios, el delirio de los míos; y la categoría de una marcha muy especial, a la vera de un naranjo que, hasta lloraba azahar por lo que allí estaba sucediendo.

Soñaba la noche con ser día. Yo le dije que esperara, que no había prisa, que si quería ver la Aurora, yo le premiaría con ella cuando me prometiera un destino muy especial, que desembocará en Felicidad. Soñaba la noche con ser día. Se le acabó el sueño. Me hizo caso. Soñó la noche con ser noche. Sueño mi vida. Sigo soñándola con la grandeza de tu corazón y la inmensidad de tu mirada. Paré la noche y bajé las estrellas, aunque quise ponerlas en tu corona de Reina, no me dejaste, porque las quisistes en el cielo de una noche que no pararemos de contemplar. Soñó la noche con ser noche. Sueño mi vida a tu vera. Sueño la Aurora de tu sentir. Sueño tenerte junto a mi.

Sueña la noche con ser noche en el orden normal de las cosas. Lo conseguimos. Mi día y mi noche, junto a ti.

Sueña la noche con ser noche,
sueña la aurora con tu mirada
a tu corazón no poner broche
sueña, sueña, mi dulce amada.

2 comentarios:

monaguillo dijo...

Preciosa entrada. Un abrazo desde Granada. Feliz 2012.

Manuel Gutiérrez Aragón dijo...

elegante y sentido. ole artista