sábado, 24 de marzo de 2012

LAS PRIMERAS GOTAS

Iba buscando la fotografía distinta, porque de Ti me se todos los planos y miradas, o al menos eso creía, pero nunca dejas de sorprenderme. Iba buscando la fotografía distinta, y la encontré, porque no me hizo falta cámara para tomarla. Te miré, Te busqué, Te rogué, Te imploré buscando perdón, Te di gracias... pero no eras Tu aquella noche, no conseguí encontrarte, no vislumbré aquel perfil de alegres formas pero que tanta pena alberga.

Quizá fuera porque no estaba inspirado porque factores internos me lo impedían. Creo que Tu tampoco estabas para poses, teníamos los dos la cabeza en lo mismo. Algo nos ronda Señora, algo nos conmueve. Algo tan grave, que andamos cavilando en ello, sin importarnos más nada. Aquel secreto acuerdo que desvelaramos hace ya cinco años está tocando a su fin. Una parte cumplió su firma, y Tú, Madre mía, ves cada día más complicado seguir manteniendo lo que aquel 27 de Junio firmaras. Ya sé que han cambiado muchas cosas desde entonces, que al contrato le han salido muchas cláusulas por las cuáles hemos tenido que ir renovando, pero... pero no te hagas la dura. Si tu también lo quieres, conmigo, contigo, disfrutando de Nosotros y dejando que nosotros disfrutemos de él.

Y así fue cuando me descubriste las primeras gotas. Resbalaron por mis mejillas porque me preocupaste, Consuelo. Estas como yo, no sabes que hacer ni que decir... a mi se me escapa de las manos, pero a Ti no, Señora, a Ti no, porque en esas manos recibes las penas de mis hermanos y les das Consuelo eterno, porque en esa mirada cabe un reino de esperanza con miles de almas en paz pudiendo disfrutar de la felicidad plena. Porque cuando miras, Madre, paras las manillas del reloj y nos quedamos imantados a tu mirada. Vamos a buscarle solución los dos, yo te ayudo pero, ese contrato... ese contrato hay que cumplirlo.

Vamos a hacer todo lo posible Señora, porque no me imagino mi vida sin él, porque le debo mi vida a él, y porque él ya no es el que era, y eso es lo que más le duele, y encima intenta que no nos demos cuenta para que no suframos. Bendita locura que sólo el loco comprende, y que hace al cuerdo menos cuerdo y al loco más loco. Cuida también de ella, de tu tocaya, de la que tira con esto p'alante, y se echa veinte herodes a las costillas y los pasea con la misma categoría de siempre porque la entereza da cordura a la locura. Piensa en una familia que te vió nacer y que nunca te verá morir, y que desde siempre te declaró su amor a los cuatro vientos. Cuida de él porque es el motor que mueve todo, la sonrisa que nunca esperemos que falte, la locura de la cordura y la cordura de la locura. Si quieres rompemos ese contrato, no sin antes hacer otro nuevo, y me metes a mi como aval, con las condiciones que hablamos en la Catedral en 2009, y comprometiéndome, por supuesto, a cumplir mi parte.

Y si de algo me he dado cuenta es de que los amigos son amigos porque saben lo que te pasa sólo con verte la cara, y esta noche he ganado un amigo, que no consideraba como tal. No hace falta palmaditas en la espalda, porque en esa palmada puede ir un puñal. Con un gesto, tan pequeño, y a la vez tan grande, se demuestra la humanidad, y sobre todo la amistad. Gracias Señora, por rodearme de gente que me quiere. Gracias también por ponerme un cirineo a mi lado, que ni se llama Simón, ni es de Cirene, pero me ayuda con mi cruz igual ó mejor que Simón lo hiciera con tu hijo.

Y esta noche he descubierto las primeras gotas del año, que no vinieron del cielo, que eran, son y serán de cera, y que están ya derramadas por la calle de la Cruz que hemos venido hablando y que ya me has puesto ayuda para que cargue con ella. También vinieron las primeras gotas de agua, las que resbalaron por mis mejillas para demostrarme Tu grandeza. Estás en todos mis pensamientos, por eso estás distinta, por eso encontré lo que buscaba, Tu CONSUELO.

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