domingo, 25 de mayo de 2008

EL PESO DE LA EXPERIENCIA

La tarde se acabó cuando nos robaron la torería de Frascuelo.

Antes de comenzar el festejo se habían remendado los cuatro toros de Cuadri que quedaban con dos de la ganadería de San Martín. Comenzó la tarde con un Carlos Escolar "Frascuelo" saludando una ovación que los "injustos" del siete le brindaron. Y a pesar de las casi seis décadas con las que carga a sus espaldas y de la corrida a la que se enfrentaba, salió con más disposición que mucho de los novilleros nuevos, hijos de papá. Sabía lo que se jugaba. Y desde el primer momento denotó muchas ganas e intención, no pudimos ver una de las magníficas medias verónicas con las que nos suele deleitar, el toro no se lo permitió (no era la tonta del bote). Comenzó la faena por bajo, con mucha torería para, posteriormente, pasar a fundamentar la faena sobre la mano derecha, por la que pudimos ver muchos muletazos de empaque. El problema vino cuando terminó de dar una aseadísima tanda de naturales, que no terminó de colocarse bien, dejando mucho espacio entre el toro y la muleta, y éste (que ya sabía de más) lo prendió asestándole dos cornadas (una en cada pierna) como si de dos navajazos en un atraco se tratara. Para él ha sido así a buen seguro, le han robado lo que más quería, el triunfo en su plaza. Sabemos que de la cornada no tiene culpa nada más que él, pero hay que comprender a un hombre que el año pasado sólo toreó una (en Madrid), y la de este año era la primera era esta.

Y si la tarde empezaba con Frascuelo, para un servidor acabó con las cornadas a este. No hubo nada más interesante. Iván García parecía convaleciente de la colostomía con la que convivió meses atrás. No pisaba los terrenos que había de pisar, y anduvo engañando a la parroquia, y los asistentes a ella se dieron cuenta y merecidamente le pitaron.

Israel Lancho, que confirmaba alternativa, y al que Dios le ha conferido una altura más propia de Pívot de la NBA que de torero, brindó el toro de su confirmación a su director artístico Andrés Vázquez. Después del show que se montó brindándole el astado en el albero, y este saludando, comenzó Israel con un toro al que le pudo sacar más, pero sobre todo más bello. Tras correr turno, tuvo que vérselas con el segundo que le correspondía a Frascuelo. El toreo que le práctico al último de la tarde fue como él, desgarbado y nada profundo, nada de orejas.

Fotografías: Manón y Paloma Aguilar.

Pie de Foto 1: Saludo torero de Frascuelo.
Pie de Foto 2: Cornada a Frascuelo.
Pie de Foto 3: Devolución de trastos.

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