miércoles, 26 de agosto de 2009

GRAN CIERRE DE FERIA DE CIUDAD REAL Y PERERA HERIDO


- Rivera Ordóñez (Valdepeñas y oro): Oreja, Silencio y Pitos en el que mató por Perera.
- Miguel Ángel Perera (Verde manzana y oro): Dos orejas en el único que mató.
- Cayetano (Grana y plata): Saludos desde el tercio y Dos orejas del que cerraba plaza y feria.

Con tres cuartos de plaza por tercer día consecutivo, ha tenido lugar en Ciudad Real la última corrida de su feria de Agosto. Este festejo estuvo marcado por la entrega simbólica a los hermanos Rivera Ordóñez de un baldosín conmemorativo de la última corrida toreada por Antonio Ordóñez, que fue en la Plaza de Toros de Ciudad Real en 1981. Este baldosín permanecerá expuesto en la puerta grande junto algunos que recuerdan hitos históricos vividos en la misma plaza. Se lidiaron toros de “La Palmosilla”, que en líneas generales fueron nobles y colaboradores, destacando el segundo. Miguel Ángel Perera ha resultado cogido en un lance de la lidia de su segundo enemigo, recibiendo un puntazo de 2 cm. en la región dorsal derecha, y sin lesiones de organos internos, pero con una gran paliza. No pudo terminar la lidia del quinto de la tarde y fue trasladado al Hospital General de Ciudad Real. Antes, en su segundo formó un lió, levantando al público del asiento con un quite por chicuelinas. Con mucho mimo fue metiendo al toro en la muleta comenzando con la mano derecha, donde vimos muletazos de trazo largo y rematados bien atrás. Cogió la zurda y ensimismó al público con unos templados naturales, para terminar en los medios sin moverse un ápice, pasándose al toro por detrás y por delante. Mató de un estoconazo y recibió las dos orejas. Francisco Rivera Ordóñez comenzó con muchas ganas en su primero, doblándose muy torero con el para sacárselo al tercio. La faena fue de más a menos y Rivera recibió el premio de una oreja. En su segundo, puso la plaza a revientacalderas accediendo a la petición del público para que pusiera las banderillas, puso 4 pares, acabando con un par al violín. La faena de muleta no levantó vuelo y el público silenció su labor. Francisco hubo de matar el segundo toro de Perera, con el que abrevió con la muleta y por ello fue pitado.

Cayetano levantó la tarde cortando dos orejas del último astado, realizando una faena en la que se rompió toreando. Poco a poco fue metiendo al toro en la muleta hasta que se oyó rugir a la plaza una y otra vez. En su primero, un toro parado, sacó algún que otro muletazo a base de porfiar y estar encima de su enemigo echándole la muleta literalmente al morro. Un pinchazo le privó de una oreja que se pidió por algunos sectores del público.

El público se ha divertido en una feria que se puede tachar de exitosa, después de todas las que se han vivido en esta capital manchega.



Fotografías: Ernesto Naranjo

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