A quién verdaderamente me suele poner la carne de gallina, con sus sonrisas, miradas y dichos, porque le encanta, y sería precioso compartirlo.
Carnecita de gallina se me puso esa mañana
cuando vi que en sus mejillas una agüita cristalina
hasta su boca resbalaba.
La sonrisa en las paredes, enseguida lo noté,
sí, le di un beso enorme, ese día fui más hombre
por ser ella más mujer.
Hice mis cuentas: si es febrero, 20, 30 ...
por noviembre llegará.
Y una a una me fui bebiendo las lunas
pensando cómo será.
Y sus dolores, eran míos sus dolores,
porque era un dolor de amores y su miedo era mi miedo,
no hubo santos en el cielo a los que no recé esa noche.
Y sus dolores, con su mano se me fueron
cuando me dijo: te quiero, ahora hay que ponerle un nombre.
No sé qué me traerás debajito del brazo
si un premio de Carnaval, si alegrías o calvarios.
Lo que traigas llevaré, lo que lleves tomaré,
pero bienvenido seas,
yo te cuido duérmete, a la ea, ea, ea.
Los Piratas (1998)
Letra de Antonio Martínez Ares
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