Según la RAE:
1. Cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor y hombría de bien.
2. Legalidad, verdad, realidad.
Me encantan estas acepciones, sobre todo la primera, pero para mí la verdad es algo que está demasiado devaluado hoy en día, por no decir extinto. Si lo aplicamos al mundo de las cofradías esto se eleva a un infinito exponente.
Es difícil encontrar una persona con la que congeniar en este mundillo, es difícil encontrar una persona sincera que vaya por derecho, andando como los buenos pasos de misterio, siempre de frente (lo de andar para atrás se lo dejamos a los trianeros y a los horteras). Cuando no la buscas ella te encuentra a ti, te devuelve la fidelidad que le brindastes sin muchos alardes multiplicada por tres, sin tu esperarlo. En cambio a esa persona no la tienes en cuenta casi para nada y la dejas escapar, prefieres pensar y creer que los amigos que tienes en esto te son legales como tú lo eres a ellos, y aunque veas que tienen oportunidades para demostrartelo y no las aprovechan sigues empeñado en creer que son como quieres pensar que son. Al final llega la decepción, que si no es total, pudiera ser parcial porque no quieres acabar de creértelo.
Lo bueno de la persona que te demostró su fidelidad es que nunca será tarde para compartir buenos momentos junto a ella, porque una persona leal lo es para siempre, a no ser que la defraudes.
Luego están las personas ambigüas, esto es, que parece que son una cosa y luego son totalmente la contraria. Las personas ambigüas suelen ser a su vez falsas por naturaleza, de las que comentábamos antes que reculaban y donde dije digo, digo diego, suelen tener varias opiniones: una para ti, otra para mi, otra para aquel...
En definitiva, si podemos sacar algo en claro es que la LEALTAD se vende muy cara, así que si te la brindan no dudes en responder multiplicándola por tres. La labor de las personas leales de hoy en día es muy loable, pues no sabrás nunca si te van a responder, al menos, con la misma moneda.
Hay que cumplir lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor y la hombría de bien.
He dicho, y ustedes me dirán que se debe aquí.
1. Cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor y hombría de bien.
2. Legalidad, verdad, realidad.
Me encantan estas acepciones, sobre todo la primera, pero para mí la verdad es algo que está demasiado devaluado hoy en día, por no decir extinto. Si lo aplicamos al mundo de las cofradías esto se eleva a un infinito exponente.
Es difícil encontrar una persona con la que congeniar en este mundillo, es difícil encontrar una persona sincera que vaya por derecho, andando como los buenos pasos de misterio, siempre de frente (lo de andar para atrás se lo dejamos a los trianeros y a los horteras). Cuando no la buscas ella te encuentra a ti, te devuelve la fidelidad que le brindastes sin muchos alardes multiplicada por tres, sin tu esperarlo. En cambio a esa persona no la tienes en cuenta casi para nada y la dejas escapar, prefieres pensar y creer que los amigos que tienes en esto te son legales como tú lo eres a ellos, y aunque veas que tienen oportunidades para demostrartelo y no las aprovechan sigues empeñado en creer que son como quieres pensar que son. Al final llega la decepción, que si no es total, pudiera ser parcial porque no quieres acabar de creértelo.
Lo bueno de la persona que te demostró su fidelidad es que nunca será tarde para compartir buenos momentos junto a ella, porque una persona leal lo es para siempre, a no ser que la defraudes.
Luego están las personas ambigüas, esto es, que parece que son una cosa y luego son totalmente la contraria. Las personas ambigüas suelen ser a su vez falsas por naturaleza, de las que comentábamos antes que reculaban y donde dije digo, digo diego, suelen tener varias opiniones: una para ti, otra para mi, otra para aquel...
En definitiva, si podemos sacar algo en claro es que la LEALTAD se vende muy cara, así que si te la brindan no dudes en responder multiplicándola por tres. La labor de las personas leales de hoy en día es muy loable, pues no sabrás nunca si te van a responder, al menos, con la misma moneda.
Hay que cumplir lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor y la hombría de bien.
He dicho, y ustedes me dirán que se debe aquí.
1 comentario:
Lee lo que he escrito para ti
http://soycofrade.blogspot.com/2008/06/t-cofrade.html
Publicar un comentario