sábado, 4 de septiembre de 2010

CUANDO EL PROTAGONISTA SE CAE... LA FIESTA SE DERRUMBA

Viernes 3 de Septiembre de 2010. Corrida de Feria en honor a la Virgen de las Cruces.


- David Fandila “El Fandi” (nazareno y oro): Ovación y Oreja.
- Luis Miguel Vázquez (tabaco y oro): Ovación tras aviso y Palmas tras aviso.
- Daniel Luque (turquesa y oro): Oreja y Oreja.

Media Plaza. Rafael Gago, de la cuadrilla de Luis Miguel Vázquez sufrió una fea voltereta cuando el quinto estaba siendo descabellado.

Años atrás la feria de Daimiel, era conocida en toda la provincia por la calidad de sus conciertos, así como la de sus carteles de toros. Cuando antes se venían dando dos corridas de toros, ó una corrida de toros y una de rejones, desde el año pasado se redujo el número de festejos a una única corrida de toros. Medida anticrisis.

Esta mañana ha habido amago de baile de corrales con los toros de hermanos Tornay por una “supuesta” manipulación de astas. Eran cuatro los toros que se querían echar para atrás. Finalmente, y bajo responsabilidad del ganadero, que defiende que “ayer en la finca las astas estaban íntegras”; se ha lidiado la corrida completa, incluso un sobrero. Efectivamente por la tarde hemos podido darnos cuenta que esa, “supuesta” manipulación era más que manifiesta cuando han salido cornúpetas sangrando desde toriles, cuando con tan sólo rozar el albero se les escobillaban las defensas, y cuando remataban en los burladeros se ponían por defensa una brocha de afeitado.

En cuanto al fondo de los toros, acompañaban a su integridad, toros mansos bajos de casta, clase y, por supuesto, fuerza. Una corrida parada –tres toros se han tumbado, literalmente, en el albero-, que ha cantado la gallina desde un principio.

El bullicioso Fandi sólo ha podido arrancarle una oreja a su segundo enemigo, en el que como de costumbre formó el lío en banderillas y estuvo aseado con la franela. El primer toro de la tarde no le dio opciones de triunfo.

Luis Miguel Vázquez, que lo intentó con el segundo bis, no terminó de verlo claro, y su fallo a espadas no le permitió cortar trofeo. Con el quinto de la tarde, que este si que fue malo, Luis Miguel anduvo con ganas toda la faena de muleta, en la que obtuvo momentos de lucimiento.

Lo mejor de la tarde lo hizo el gerenense Daniel Luque, que hubo de ejercer de enfermero toreando a media altura, bajando la mano las menos veces posibles. Destacaron el recibo capotero al último de la tarde, y dos buenas tandas con la mano derecha a su primero. Aunque mató de pinchazo y estocada a sus dos toros, le fue concedida una cariñosa oreja de cada uno de sus toros.

En definitiva, hemos vivido una abúlica tarde que no ayuda a engrandecer para nada lo que muchos atacan, y es que… cuando el protagonista se cae, la fiesta se derrumba.




Fotografías: Ernesto Naranjo

No hay comentarios: