Domingo 12 de Septiembre de 2010. Primera de Abono de Feria en honor a la Virgen del Carmen. Corrida de Inauguración del nuevo coso multifuncional.
- Enrique Ponce (berenjena y oro): Dos orejas y Oreja.
- Sebastian Castella (tabaco y oro): Ovación y Dos orejas.
- Daniel Luque (celeste y oro), que sustituyó a Cayetano: Dos orejas y rabo, y Silencio.
Con casi lleno en los tendidos, y en una tarde de calor sofocante, se ha inaugurado el nuevo coso multifuncional de la localidad ciudadrrealeña de Almodóvar del Campo. A la inauguración han acudido personalidades políticas de la talla de José María Barreda, presidente de la Comunidad Manchega. El alcalde de la ciudad, Vicente de Gregorio, y José María Barreda, han descubierto una placa conmemorativa, tras la bendición de la plaza. Una muestra de apoyo a la fiesta, por parte de la presidencia de la comunidad manchega.
Se han lidiado toros de “Núñez del Cuvillo”, de escasa presentación, nobles y colaboradores aunque faltos de fuerza en líneas generales, y algunos faltos de casta. Destacó el tercero, al que Daniel Luque le cortó el rabo.
Lo mejor de la tarde lo firmó el de Gerena, que anduvo inspirado ante su primer enemigo, un toro que se comía los vuelos de la muleta con codicia pero, al que le faltaba algo de fuerza. Luque lo recibió a la verónica, para, posteriormente, comenzar por chicuelinas que abrochó con una media. Volvió a quitar al toro del caballo por chicuelinas, pero, esta vez, remató con una media a pies juntos de cartel. Y así, empezó con la franela en el tercio, a pies juntos, y muy quieto, por estatuarios. Cuando hubo de salirse al centro del ruedo destacaron los variados cambios de mano, aunque el toreo fundamental fue del caro también, sobre todo las series que espetó por el pitón derecho. Clavó el estoque simulado en la arena, y toreó por luquesinas, que embelesaron al público. Siguió inspirado, y tras coger la espada toreó con “cartuchitos de pescao” que volvieron loco al tendido. Mató de estocada un pelín tendida y, tras aplaudir al toro en el arrastre, el público pidió dos orejas y rabo, que la presidencia accedió a conceder. El que cerró plaza en el festejo inaugural, fue un toro manso y soso, muy parado, ante el que el sevillano sólo pudo lucirse en alguna serie con la mano derecha, y algún que otro adorno. Mató mal, y el público silenció su labor.
Enrique Ponce ha ejercido de enfermero ante sus dos toros, a los que cuidó, y metió en la muleta muy poco a poco. Ante su primero, realizó una faena de menos a más, en la que porfió y porfió hasta que logró sacar alguna buena serie con la mano derecha. Mató bien y el público pidió para él las dos primeras orejas que se cortaban en esta nueva plaza. El cuarto de la tarde fue un toro que embestía muy rápido, pero, al que el de Chiva, supo templar y meter en la muleta. Mató de estocada y le fue concedida una oreja.
El que pechó con el peor lote fue el francés Sebastian Castella. Ante su primero, un toro manso y sin transmisión alguna, poco pudo hacer. Lo mejor fue el estoconazo con el que lo despachó. El quinto de la tarde fue un toro parado al que el francés acabó aburriendo con zapatillazos y cites. Sacó alguna buena serie por la mano derecha, y tras matar de otra buena estocada, el público le pidió dos cariñosas orejas.
Fotografías: Ernesto Naranjo
- Enrique Ponce (berenjena y oro): Dos orejas y Oreja.
- Sebastian Castella (tabaco y oro): Ovación y Dos orejas.
- Daniel Luque (celeste y oro), que sustituyó a Cayetano: Dos orejas y rabo, y Silencio.
Con casi lleno en los tendidos, y en una tarde de calor sofocante, se ha inaugurado el nuevo coso multifuncional de la localidad ciudadrrealeña de Almodóvar del Campo. A la inauguración han acudido personalidades políticas de la talla de José María Barreda, presidente de la Comunidad Manchega. El alcalde de la ciudad, Vicente de Gregorio, y José María Barreda, han descubierto una placa conmemorativa, tras la bendición de la plaza. Una muestra de apoyo a la fiesta, por parte de la presidencia de la comunidad manchega.
Se han lidiado toros de “Núñez del Cuvillo”, de escasa presentación, nobles y colaboradores aunque faltos de fuerza en líneas generales, y algunos faltos de casta. Destacó el tercero, al que Daniel Luque le cortó el rabo.
Lo mejor de la tarde lo firmó el de Gerena, que anduvo inspirado ante su primer enemigo, un toro que se comía los vuelos de la muleta con codicia pero, al que le faltaba algo de fuerza. Luque lo recibió a la verónica, para, posteriormente, comenzar por chicuelinas que abrochó con una media. Volvió a quitar al toro del caballo por chicuelinas, pero, esta vez, remató con una media a pies juntos de cartel. Y así, empezó con la franela en el tercio, a pies juntos, y muy quieto, por estatuarios. Cuando hubo de salirse al centro del ruedo destacaron los variados cambios de mano, aunque el toreo fundamental fue del caro también, sobre todo las series que espetó por el pitón derecho. Clavó el estoque simulado en la arena, y toreó por luquesinas, que embelesaron al público. Siguió inspirado, y tras coger la espada toreó con “cartuchitos de pescao” que volvieron loco al tendido. Mató de estocada un pelín tendida y, tras aplaudir al toro en el arrastre, el público pidió dos orejas y rabo, que la presidencia accedió a conceder. El que cerró plaza en el festejo inaugural, fue un toro manso y soso, muy parado, ante el que el sevillano sólo pudo lucirse en alguna serie con la mano derecha, y algún que otro adorno. Mató mal, y el público silenció su labor.
Enrique Ponce ha ejercido de enfermero ante sus dos toros, a los que cuidó, y metió en la muleta muy poco a poco. Ante su primero, realizó una faena de menos a más, en la que porfió y porfió hasta que logró sacar alguna buena serie con la mano derecha. Mató bien y el público pidió para él las dos primeras orejas que se cortaban en esta nueva plaza. El cuarto de la tarde fue un toro que embestía muy rápido, pero, al que el de Chiva, supo templar y meter en la muleta. Mató de estocada y le fue concedida una oreja.
El que pechó con el peor lote fue el francés Sebastian Castella. Ante su primero, un toro manso y sin transmisión alguna, poco pudo hacer. Lo mejor fue el estoconazo con el que lo despachó. El quinto de la tarde fue un toro parado al que el francés acabó aburriendo con zapatillazos y cites. Sacó alguna buena serie por la mano derecha, y tras matar de otra buena estocada, el público le pidió dos cariñosas orejas.
Fotografías: Ernesto Naranjo
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