PRAHA (CESKÁ REPUBLIKA). SÁBADO 24 DE JULIO DE 2010
Allí, en Starométske Namesti, pudimos comprobar qe las bodas son igual de horteras (sino más) que en España. Nos quedaba por ver el impresionante Reloj Astrónomico, santo y seña de la ciudad Checa. Vimos como a la una en punto hizo el casi ritual que repite cada hora, y que comienza con el esqueleto agitando el reloj de arena, para dar paso a que los apóstoles se asomen por las ventanas que tiene en su zona superior. Todo ello aderezado por el toque de campana y un trompetista en la parte mas alta del campanario del ayuntamiento viejo.
Comimos en el restaurante Koruna, un bufet de comida checa bastante barato, que se encuentra junto al mercado permanente en el interior de la ciudad vieja.
Después de comer volvimos a la plaza de la ciudad vieja, por la emblemática calle Melantrichova, para ver mejor el funcionamiento del reloj, ya que antes, por la aglomeración de turistas, no habíamos podido verlo bien.
Fotografías: Ernesto Naranjo
Allí, en Starométske Namesti, pudimos comprobar qe las bodas son igual de horteras (sino más) que en España. Nos quedaba por ver el impresionante Reloj Astrónomico, santo y seña de la ciudad Checa. Vimos como a la una en punto hizo el casi ritual que repite cada hora, y que comienza con el esqueleto agitando el reloj de arena, para dar paso a que los apóstoles se asomen por las ventanas que tiene en su zona superior. Todo ello aderezado por el toque de campana y un trompetista en la parte mas alta del campanario del ayuntamiento viejo.
Comimos en el restaurante Koruna, un bufet de comida checa bastante barato, que se encuentra junto al mercado permanente en el interior de la ciudad vieja.
Después de comer volvimos a la plaza de la ciudad vieja, por la emblemática calle Melantrichova, para ver mejor el funcionamiento del reloj, ya que antes, por la aglomeración de turistas, no habíamos podido verlo bien.
Fotografías: Ernesto Naranjo
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